Protección de datos en Galicia

¿Puede un particular ser sancionado por vulneración de la normativa de protección de datos?

José Luis Barral
José Luis Barral

Abogado experto en protección de datos

En la era digital actual, donde la tecnología y el acceso a Internet son omnipresentes, compartir todo tipo de contenidos se ha vuelto extremadamente fácil. Sin embargo, a medida que compartimos datos o información personal de terceros, es importante tener en cuenta las regulaciones de protección de datos.

En este artículo, exploraremos en detalle la excepción doméstica en la protección de datos, sus aplicaciones y limitaciones.

Excepción doméstica en la protección de datos
Excepción doméstica en la protección de datos

¿Qué es la excepción doméstica en la protección de datos?

La excepción doméstica en la protección de datos se refiere al tratamiento y protección de datos entre particulares. En otras palabras, cuando las personas físicas realizamos algún tipo de tratamiento de datos personales de terceros en un contexto estrictamente personal o doméstico. Esto puede incluir actividades como subir fotos con amigos a redes sociales o mantener una agenda de contactos en nuestro teléfono móvil.

El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece la excepción doméstica en su artículo 2.2.c, que indica que el reglamento no se aplica al tratamiento de datos personales realizado por una persona física en actividades exclusivamente personales o domésticas. Esto significa que, en principio, cuando tratamos datos personales dentro de este ámbito, el RGPD y la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) no son de aplicación.

Limitaciones de la excepción doméstica

Aunque la excepción doméstica puede parecer una forma sencilla de tratar datos personales sin preocuparse por la normativa de protección de datos, existen ciertas limitaciones a tener en cuenta.

Estas limitaciones se aplican cuando el tratamiento de datos personales trasciende el ámbito estrictamente personal o doméstico.

Por ejemplo, si subimos una foto a una red social con un perfil público, donde cualquier usuario puede acceder a ella, la excepción doméstica podría no ser de aplicación. En este caso, necesitaríamos obtener el consentimiento de las personas que aparecen en la foto antes de publicarla. Lo mismo ocurre si subimos un video a un canal de YouTube público en el que aparecen personas identificables.

Además, la excepción doméstica tampoco se aplica cuando los datos personales se publican en una página web o blog, incluso si es de carácter personal o amateur. Esto se debe a que cualquier persona o entidad puede acceder a estos datos, lo que puede poner en riesgo la privacidad de los afectados.

Es importante destacar que esta limitación también se aplica a los datos de categorías especiales, como los que revelan el origen racial o étnico, las opiniones políticas, las convicciones religiosas o filosóficas, la pertenencia sindical, así como datos relacionados con la salud y la vida sexual. Estos datos solo pueden publicarse si se cuenta con el consentimiento explícito de la persona interesada o si ella misma ha hecho públicos esos datos.

Responsabilidad y sanciones

Aunque la excepción doméstica puede eximir a los particulares del cumplimiento de la normativa de protección de datos en determinadas circunstancias, es importante tener en cuenta que difundir datos personales sin consentimiento puede tener consecuencias legales. En España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) puede imponer sanciones a particulares que vulneren la normativa de protección de datos.

Las sanciones aplicables a los particulares por infringir la normativa de protección de datos son las mismas que para las personas jurídicas. Esto significa que las multas pueden llegar a ser de hasta 20 millones de euros o un porcentaje del volumen de negocio anual global, dependiendo de la gravedad de la infracción.

Existen ejemplos de sanciones impuestas a particulares por la AEPD.

En un caso, un particular fue sancionado con una multa de 10.000 euros por publicar fotografías íntimas y capturas de conversaciones de una mujer y otra persona en su estado de WhatsApp, sin su consentimiento ni conocimiento.

En otro caso, una mujer fue multada con 1.500 euros por instalar una cámara de videovigilancia en un patio común sin el consentimiento de su exmarido.

Conclusiones excepción doméstica

En resumen, la excepción doméstica en la protección de datos permite a los particulares tratar datos personales dentro de un ámbito estrictamente personal o doméstico sin estar sujetos a la normativa de protección de datos. Sin embargo, esta excepción tiene sus limitaciones y no se aplica cuando los datos personales se difunden en plataformas de acceso público o cuando se trata de datos de categorías especiales.

Es fundamental tener en cuenta la privacidad y los derechos de las personas cuando se trata de datos personales. Difundir datos sin consentimiento puede tener consecuencias legales y resultar en sanciones por parte de las autoridades de protección de datos.

Por lo tanto, es importante ser consciente de las implicaciones legales y actuar de manera responsable al tratar datos personales de terceros, incluso en un ámbito personal o doméstico.

Recuerda siempre obtener el consentimiento de las personas involucradas antes de difundir cualquier dato personal, especialmente cuando se trata de datos sensibles. De esta manera, contribuiremos a mantener la privacidad y proteger los derechos de todos los involucrados en el tratamiento de datos personales.

Deja un comentario

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar